Me ha gustado menos que el primero porque sigue en la misma línea pero sin llegar al nivel de éste
Esta serie es un claro ejemplo de cómo puede cambiar un simple cómic de superhéroes en función del guionista que se encargue de ellos, capaz de dotarles de una personalidad mucho más pronunciada en los diálogos y alejando la trama de la típica historia en la que llega un malo y todos van a saco a cargárselo.
Pasan de personajes a personas, muchos de ellos traumatizados por el peso de sus decisiones con todo lo que eso conlleva, asumiendo incluso cierta culpabilidad por el simple hecho de haber dejado que las cosas sucedieran tal y como se desarrollaron.
Hablo, claro, del choque de ideas evidente entre los distintos miembros del grupo tras lo que hizo Fantomex con Apocalipsis baby.
El resto del cómic, hostias. Me gusta mucho más cuando discuten entren ellos sobre qué hacer. O Wade, Wade me encanta. Pero sólo aquí. Con Remender a la cabeza.
Ojo a Warren.

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