Algo más, va.
Se están buscando integrantes para el nuevo equipo de baloncesto del instituto. Enseguida Kuroko, que a simple vista parece no poseer ninguna capacidad o actitud para este deporte, decide apuntarse. La chicha está en que pese a estas apariencias, fue un jugador de un antiguo equipo que pasó a la historia por sus éxitos, y como tal, tiene una habilidad que le permite convertirse en un fantasma, y pasar totalmente desapercibido en el terreno de juego.
El caso es que en mayor o menor medida, todos conocemos Kuroko. Ha sido un diamante en bruto para el merchandising, posicionándose siempre el manga en los Top de ventas, y acompañado siempre de un indiscutible fandom devoradores de fujoshi, que tampoco nos engañemos, el fanservice está a la orden del día, pero no estamos hablando de Free! o derivados y que no pueden hacer cuestionar la obra en sí.
Así que poniendo esto para dejarlo de lado, considero que tiene los suficientes méritos propios como para darle una oportunidad. Pese a no ser novedoso, es fresco, los partidos son dinámicos, y la lectura resulta siempre fluida y agradable, gracias al dibujo y a ciertos toques de humor, no DEMASIADO forzado,
Me ha gustado, Kuroko mola.
Lo mejor; Se pasan las páginas en un suspiro, muy entretenido.
Lo peor; Nada en especial, quizá es un tanto sin más.
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